¿Qué buscar al comprar unidades SSD? Las unidades de estado sólido, comúnmente denominadas SSD, se basan en la tecnología de memoria flash. Por su nombre, Solid-State Drive, está claro que no utilizan ningún mecanismo de movimiento.
Esta es una mejora significativa con respecto a los discos duros que utilizan platos accionados como una forma de almacenamiento magnético. Las desventajas de esta solución han contribuido significativamente a la creciente popularidad de las SSD que utilizan los tipos más rápidos de interfaces SATA II y SATA III. El primer tipo tiene un rendimiento de 3 GB/s y el segundo alcanza los 6 GB/s.
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Conceptos relacionados con la tecnología SSD
Al comprar HDD, es suficiente saber la diferencia entre los modelos de 2,5 y 3,5 pulgadas. Luego nos queda a nosotros elegir un producto con capacidad suficiente para nuestras necesidades. En el caso de los SSD, la situación es un poco más complicada.
Si queremos hacer una compra prudente, necesitamos conocer algunos términos clave. La primera es la memoria flash NAND. Se trata del tipo de chips de memoria utilizados en los medios flash: tarjetas de memoria para teléfonos inteligentes o SSD.
A diferencia de los chips RAM, no requieren acceso a la energía para poder almacenar información de forma permanente. Toshiba es responsable del desarrollo de esta tecnología.
Cada módulo de memoria NAND consta de celdas que toman el valor 0 o 1. Durante mucho tiempo, tenían que estar dispuestas solo en un plano vertical. Combinado con el pequeño tamaño de tales SSD, esto fue una seria barrera para su desarrollo posterior.
Hace relativamente poco tiempo, los fabricantes han comenzado a introducir innovadores módulos 3D-NAND. Con su ayuda, fue posible superponer celdas de datos. Como resultado, los SSD más recientes son mucho más rápidos y más grandes que sus predecesores. La memoria NAND puede usar uno de los tres métodos de escritura: TLC, MLC y SLC. Vale la pena conocer la diferencia entre estas soluciones, ya que tienen un impacto significativo en el rendimiento y el precio de un SSD.
El primer método es una opción económica para personas con requisitos pequeños y un presupuesto reducido. Se pueden almacenar tres bits de información en cada celda. No tenemos que preocuparnos por el espacio insuficiente en los módulos NAND. Por otro lado, los SSD que utilizan este método no son tan efectivos ni duraderos.
La técnica SLC se caracteriza por una alta eficiencia, pero también es muy costosa. Cada bit se almacena en una celda separada. Será útil solo en dispositivos utilizados por profesionales. Por lo tanto, la opción óptima es guardar los datos utilizando el método MLC. Hay dos bits de datos por celda, lo que es más que suficiente para el usuario promedio de una computadora.
Diseños SSD disponibles
Además de la tecnología de grabación, también son importantes la construcción y la interfaz compatibles con un modelo determinado. Las más comunes son las unidades de 2,5 pulgadas que utilizan el protocolo SATA III. Funcionan bien no solo en computadoras portátiles, sino también en computadoras de escritorio. La gran ventaja del estándar SATA es su universalidad.
Sin embargo, teniendo en cuenta los avances tecnológicos, el ancho de banda limitado a 6 GB/s puede ser un serio obstáculo para quienes buscan los productos más efectivos. Por esta razón, vale la pena considerar los SSD que usan buses PCIe. Se ven como una tarjeta de expansión típica y su instalación es similar.
Simplemente conéctelos a una ranura PCIe x2 o PCIe x4. Desafortunadamente, los usuarios de portátiles no pueden aprovechar tales unidades SSD debido a la falta de conectores apropiados. Su gran ventaja es la velocidad de transferencia superior en un 50% a las posibilidades de los conectores SATA.
SSD M.2: ¿una inversión razonable?
El estándar M.2 originalmente se llamaba Next Generation Form Factor (NGFF), pero recibió su nombre actual en 2013. Por esta razón, a veces podemos ver el nombre NGFF utilizado para la interfaz M.2. Se utilizan en diversas tecnologías como NFC, WWAN, WiGig, Bluetooth, Wi-Fi y SSD. Son las unidades con conectores M.2 las que han ganado popularidad recientemente. Utilizados en ordenadores de sobremesa y portátiles, son los sucesores de los conectores mSATA.
Las placas base más recientes tienen ranuras M.2 especiales en las que podemos montar SSD M.2 para que no sobresalgan del contorno de la placa. El pequeño tamaño de M.2 es un paso más hacia la miniaturización de los dispositivos electrónicos y la mejora de su rendimiento. Comprar este tipo de SSD es una inversión para muchos años. Por supuesto, debemos elegir un producto con una capacidad lo suficientemente grande.
Además, debe verificar si dicha unidad se puede conectar a nuestra computadora. Es posible que los modelos de placa base más antiguos no admitan tipos de conectores más nuevos. Otra ventaja de los SSD M.2 es la falta de cables de datos y cables de alimentación. No tendremos que preocuparnos por su correcta disposición dentro de la carcasa del ordenador.
Para instalar la unidad, simplemente colóquela en la ranura correcta. Los tamaños de las unidades se identifican con cuatro números. Los primeros dos números se refieren al ancho de la tarjeta y los dos últimos números indican su largo.